domingo, 30 de agosto de 2015

SANTA ROSA DE LIMA , PATRONA DE LA PNP Y DE LOS GUITARRISTAS.

Estas fotografías las tomé en el Distrito de Santa Rosa , Lambayeque - PERÚ, el día 30 de agosto 2015, en plena celebración de su fiesta como patrona de este pueblo.
La primera foto corresponde a la imagen que acoge la iglesia y la segunda  como dicen  los pobladores es de los pescadores y se encuentra permanentemente en una urna en plena calle frente al mercado, pero que por su fiesta la sacan a un altar adornado con flores  que le ofrecen  sus devotos.
En Perú , es conocido que también era  patrona de la  Guardia Civil , posteriormente se fusionan Guardia Civil, Guardia Republicana   y Policía de Investigaciones del Perú y conforman  la   Policía Nacional del Perú - PNP .
A continuación comparto este artículo  SANTA ROSA DE LIMA , PATRONA DE LOS  GUITARRISTAS, del Dr. Danilo Sánchez Lihón .
SANTA

ROSA

DE LIMA
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
PATRONA DE LOS GUITARRISTAS
  
Danilo Sánchez Lihón
1. Ternura infinita
 
El día 30 de agosto se celebra en el Perú el Día de los Guitarristas en honor a Santa Rosa de Lima quien oraba, componía coplas, rimas y cuartetas dedicadas a su amado Jesús, pulsando las cuerdas de su guitarra, que han inspirado a Octavio Santa Cruz, tañedor eximio de ese instrumento, a escribir este poema:
A LA PATRONA DE LOS GUITARRISTAS
Por la ternura infinita de su canción redentora
la nombramos
Protectora
de todos los guitarristas.
Por su llanto silencioso.
Por su inefable candor.
Por llevar nuestro dolor en su corazón gozoso.
Por el gesto generoso.
Por su fragancia exquisita.
Por darle al que necesita: salud, comida, consuelo.
Por su incansable desvelo.
Por la ternura infinita.
  2. Guitarrista milagrosa
 
Por preferir el tormento.
Por evitar el reposo.
Por escoger el sollozo.
Por renunciar al sustento.
Por hacer diario el portento.
Y por tornar creadora
la misteriosa
y sonora
expresión del sacrificio
como secreto prodigio
de su canción redentora.
Por penetrar los arcanos
con su verso cadencioso.
Por su canto melodioso.
Por pulsar con sabias manos,
los guitarristas peruanos
hoy le decimos:
cantora,
vihuelista,
tocadora,
guitarrista milagrosa.
Y a más de llamarla hermosa
La nombramos Protectora.
  3. Ese solaz
 
A ella que sabe cantar
mientras su pecho desgarra
y que pulsa su guitarra para ponerse a rezar
le hemos querido brindar
nuestra rima
siempre lista.
Más no como un decimista
que a "lo divino" se asoma,
sino como a la Patrona
de todos los guitarristas.
Y es que nuestra Santa además de ser muy hermosa, tenía mucha sensibilidad artística. Y su consagración mística plena y total se daba en total armonía con la naturaleza.
No así con su cuerpo al cual flagelaba tanto que solo por referir un detalle: quemó sus manos que eran finas, hermosas y motivo de unánime admiración.
Y lo hizo sumergiéndolas en un recipiente de cal viva a fin de que no causaran ese solaz ni las alabaran; porque eran contorneadas, con relumbres nacarados y tersas como de fino alabastro.
  4. Gracia divina
 
Y no solamente tocaba la guitarra sino también el arpa y cantaba solitaria con encanto, intensidad y arrobamiento, al punto de expresar: “quitarme a mí el cantar es lo mismo que quitarme el comer”
El cantar está alabado en Santa Rosa incluso en aquella anécdota que cuenta el tradicionalista Ricardo Palma.
En ella se refiere que siendo aún niñita muy tierna su madre decide cocinar a un gallito de la casa que según la señora era inútil porque ni siquiera cantaba.
Entonces la niña coge disimuladamente al gallito y le dice susurrándole al oído:
Pollito canta,
canta de prisa
pues si no cantas
te guisa.
Y milagrosamente el gallito se puso a cantar con tal denuedo que la madre contenta de la ocurrencia y la inocencia de ambas criaturas le perdonó la vida del gallito y se quedó pensando qué gracia divina era aquella que iluminaba a aquel angelit0.
  5. Y esto bastó
 
Su nombre era Isabel Flores de Oliva, y no se llamaba Rosa como ahora todos la proclamamos, y respecto de quien se cuenta tal hecho; siendo su propia madre quien le cambió el apelativo en su misma cuna al verla tan pura, radiante y primorosa, pese a que ya tenía asignado su patronímico.
Porque fue tanta y tan intensa esta contemplación de hermosura que mirándola extasiada le dijo espontáneamente “Rosa”, porque la vio como tal, como un capullo y un botón de la más preciosa flor como sería después la Rosa fragante y lozana que es para muchas vidas anhelantes el motivo y la razón para creer, comprometerse y amar como ella amó.
Pero en verdad todo el que la veía, inclusive sin antes conocerla ni saber que la llamaban así le decían espontáneamente Rosa. Y ella se maravillaba que todos sin haberla visto antes la llamaran así, como solían hacerlo en su casa, nombre que no tenía relación con su partida de bautismo; y siendo la situación que Rosa no figuraba en ningún escrito ni documento.
En sus oraciones le confió esta desazón a  la Virgen María quien la consoló de este modo: “Pues hija, ¿no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?”. Y esto bastó para que la chiquilla aceptara tal nombre que es como ahora universalmente se la llama y conoce.
 6. Todo por ella
Su figura era esbelta sin ser alta, y tuvo pretendientes poseedores de mucha fortuna, haciendo sufrir a sus padres al no aceptarlos, pues ellos veían que podía ser una forma de paliar sus escaseces por ser una familia de trece personas y no tener rentas.
Los jóvenes se reunían en las esquinas de su recorrido a la iglesia para verla pasar y piropearla pues hasta su manera de caminar era alada, hecho que la conturbaba grandemente y esto le confiaba a sus confesores. Y la atormentaba porque algunos piropos eran directos en relación a sus encantos y atributos.
Prefería entonces quedarse en casa. Pero a veces era ineludible asistir a algunos oficios religiosos, sobre todo a comulgar en la iglesia de Santo Domingo o en la iglesia de San Sebastián adonde concurría frecuentemente.
Era una rutina ver entonces apostados a los jóvenes para admirarla así tuvieran que esperar horas y hasta el día entero. Muchos jóvenes asistían a la iglesia solo por contemplarla, y hasta comulgaban. Y hubo quienes se hicieron muy devotos, todo por ella.
 7. Y así se elevó al cielo
Un mes antes de su muerte visitó su casa paterna para despedirse de ella, pues sabía que estaba próxima a morir.
Ese día en su ermita se puso a cantar tocando la vihuela y entonando coplas que improvisaba, mirándolo todo con embeleso, especialmente las flores.
Y según los testigos irradiaba una luz tan intensa como si en esa ínfima cabaña brillase un lucero y todo el huerto estuviera sumido en un éxtasis, pues entre sus prodigios.
Se refiere que hasta los árboles inclinaban sus ramas a su paso, y le hacían coro las avecillas, los abejorros y hasta los mosquitos la ayudaban y acompasaban con sus melodías.
Murió el día jueves 24 de agosto a primeras horas de la mañana. Al morir quiso y pidió que su amiga Luisa Daza cantase para ella y tocase la guitarra.
Y así se elevó al cielo, con las notas pulsadas  en las cuerdas de una guitarra y acompañada por los compases de las coplas y el sentimiento hecho cantares. Acompañada del arte que ella tanto había amado.
 8. Se la veía hermosa 
Murió a los 31 años de edad sufriendo dolores horribles que ella rezó para que Dios los aliviara en ese supremo momento a fin de que no le arrebataran la conciencia de su tránsito a la gloria. Sufría de artritis, tuberculosis y tenía paralizado mitad del cuerpo a consecuencia de un derrame por los muchos ayunos, penitencias y sacrificios a los cuales se sometía. A flor tan excelsa ni la muerte pudo arrebatarle su belleza, como lo muestra el retrato que se le hizo recién después de muerta no dejándose ella nunca antes ni siquiera   dibujar por el recato que le producía su belleza.
Fue sorprendente cómo al conocerse la noticia de su deceso, pese a haber sido una doncella retraída y confinada entre cuatro muros como ella quiso y eligió vivir así, una inmensa multitud colmó las afueras de la casa de sus protectores don Gonzalo de la Maza y de doña María de Uzátegui, en donde ella se había trasladado a refugiarse y en donde murió.
Gracias a que la casa tenía dos patios y dos puertas a la calle empezaron a desfilar la muchedumbre conmovida y reverente. Se decidió entonces trasladar sus restos a la iglesia de Santo Domingo distante diez cuadras. La multitud colmaba las calles y hasta las azoteas de las casas. Se la veía hermosa como si estuviera dormida. 
Texto extraido de Capulí, Vallejo y su tierra , que dirige el poeta Danilo Sánchez Lihón.
CONSUELO SALAS VALLADOLID
pukaqantu@yahoo.es
LAMBAYEQUE - PERÚ.

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