NUESTRO HOMENAJE AL NIÑO, FERNANDO TUPAC AMARU BASTIDAS
La Asamblea General de las Naciones Unidas decide conmemorar este 4 de junio :
4 DE JUNIO DIA INTERNACIONAL DE LOS NIÑOS VICTIMAS INOCENTES DE AGRESIÓN
Permítanme trascribir este
conmovedor artículo del escritor Danilo Sánchez Lihón , con quien
coincido en su propuesta de las gestiones para que los restos de
Fernando Tupac Amaru Bastidas , hijo de José Gabriel Condorcanqui,
Túpac Amaru II y Micaela Bastidas retornen de España a su pueblo natal ,
Tungasuca, Cusco - PERÚ.
DE CAPULI , VALLEJO Y SU TIERRA : 4 DE
JUNIO DIA MUNDIAL DE LOS NIÑOS VICTIMAS INOCENTES DE AGRESIÓN , por
Danilo Sánchez Lihón.
1. Imposible describir
Tenía 12 años y fue obligado a observar la cruenta muerte de toda su familia.
Profirió un aullido desgarrador como jamás se puede haber oído, entre queja reclamo de auxilio, protesta y dolor.
Imposible describir, definir ni calificar ese grito.
Y fue cuando al no poder los caballos seccionar los miembros del cuerpo de su padre lo cercenan.
Momentos antes al Visitador Antonio de Areche se lo veía visiblemente
perturbado. Está sentado en su tribuna, levantada frente a la Iglesia de
la Compañía de Jesús en el Cusco. Y es allí cuando da la orden de
degollar a José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, cacique de
Surimana, Tungasuca y Pampamarca.
El grito de ese niño que había
sido obligado a ver el exterminio de toda su familia, estremeció a la
multitud que dejó de vociferar:
– ¡Muerte! ¡Muerte a los rebeldes! –Era el grito de la gente hace un instante.
2. Palpita en cada baldosa
Fernando, de 12 años, ha contemplado primero el suplicio de Hipólito su
hermano mayor de 19 años, a quien cortaron la lengua y luego colgaron
de la horca.
Luego ha observado el suplicio conferido a su madre,
Micaela Bastidas, cuando las piernas y todo su cuerpo le temblaron al
verla subir al cadalso. El forcejeo que le hicieron al no permitir que
le corten la lengua. Los golpes en la cara que le asestaron, cuando no
pudieron matarla con el garrote, debido a que su cuello era muy fino.
Y luego ha visto cómo cuando los verdugos empezaron a darle de
puntapiés en el vientre, en los pechos y en el sexo, reventando sus
órganos vitales, empezando a sangrar intensamente por la boca y los
oídos.
Pero fue al cercenarle la cabeza a su padre cuando Fernando
Túpac Amaru dio aquel grito que conmovió hasta a las mismas piedras de
los muros que rodean la plaza de Huacaypata en el Cusco, y que nunca
nosotros debemos olvidar.
3. Y horada y se quiebra
Ese grito late indeleble en cada pared, en cada esquina, en cada puerta
ojerosa. Pende de cada alero, ventana o techo desde entonces pasmado.
Palpita en cada baldosa, en cada pilar y arcada irredenta de esta plaza.
Aquí es donde se dio suplicio y ejecución a la familia entera y a los
capitanes de la gesta libertaria de Túpac Amaru, quien se alzó en
rebelión al constatar y ver que no había solución para tanta iniquidad,
abuso y oprobio que se cometía en contra de sus hermanos de raza, indios
y mestizos en el reino del Perú colonial.
Es imposible tipificar
ese grito, pero sí cabe señalarlo como síntesis de siglos de historia.
Demasiado agudo para estas moles de piedra sólida y bermeja,
aparentemente impasibles. Demasiado grave para las aristas de los
edificios que rodean la plaza que sobresalen con sus astas, agujas y
mástiles hacia el cielo en este día anubarrado.
Demasiado lanza,
puñal y daga que se hunde en las propias vísceras. Y horada y se quiebra
dejándonos deshechas las entrañas y desgraciadamente vivos. Es un grito
hondo, desgarrado, sobrehumano. De alguien que se queda sin nada, sin
nadie y solo en el universo. De alguien que lo ha perdido todo.
4. Lo alzaron de sus caídas
Es un grito lacerante, que estremece la plaza. Pero el Visitador Areche
no quiere dejar impune el sobresalto que ha causado el rugido del
pequeño Fernando y que se ha dejado oír pese a las injurias y amenazas
de la turba que lo insulta y vocifera.
Aullido de una criatura quien
no se explica el cruel espectáculo que ven sus ojos. Bramido de quien
siente que le están quitando todo. Angustia de quien ve morir al padre y
ya no puede explicarse nada.
Al explosionar ese bramido recordaba
ese pecho y esos hombros que lo han amparado y que ahora el hacha
mutila. De cómo brota y mana la sangre del ser que lo cobijó cuando
estiraba sus brazos a que lo cargue. Clamor que se suelta al recordar
ese cuello que ahora dividen con el cuchillo, era donde se acunara
siendo más pequeño.
Quejido que lo enlaza aún más con ese cuerpo que
ahora amputan, lo protegió de niño y lo acarició conmovido. Manos y
brazos que ahora escinden y son las que lo alzaron de sus caídas. Cabeza
que ahora muestran y hacen rodar y era su alivio y consuelo.
5. ¿A quién tiene en el mundo?
Por el grito que Fernando ha emitido el Visitador gubernamental Antonio
de Areche ha ordenado que lo arrastren y hagan dar tres vueltas
paseándolo debajo de la horca en donde penden los cadáveres de su madre,
su hermano Hipólito, sus tíos y principales familiares, colgados desde
el parapeto de cuatro frentes que se ha levantado en medio de la plaza.
La orden de Areche es enérgica y quiere impresionar de ese modo a la
concurrencia haciendo deambular a un niño por en medio del bosque de
cadáveres de sus seres queridos que cuelgan. Y así lo hacen, halándole
de la soga que tiene atada al cuello y suspendiéndolo de las pesadas
cadenas que le envuelven los pies y los brazos.
Ha caído al piso al
pasar debajo del cuerpo de su madre que cuelga deforme y tumefacta.
Todo se ha derrumbado para él. Todo acaba en este instante. ¿A quién
tiene en el mundo? ¿Qué será de su vida? No tiene nada, absolutamente
nada. No tiene siquiera la compasión de la gente que lo agrede. Todo
está abolido. Todo lo suyo está sepulto y extinguido. Todo está
condenado, es abominable y maldecido.
6. El ser y la vida
Recuerda el momento en que fuera capturado junto a su padre y su madre
en Lagui, después de la derrota del ejército rebelde en Tinta. Él nunca
se separó de ella. Es testigo entonces, desde el primer instante, del
maltrato inhumano y lleno de desprecio, soez e inicuo a todos sus seres
queridos.
Y todo esto por su protesta y anhelo de libertad ante
tantas iniquidades que se cometen contra los indios en minas, obrajes y
mitas.
Pero ahora los insultan, gente azuzada, envilecida que creen
amenazada su mezquina condición de vida y sus bienes, cualesquiera sean.
Lo insultan a su paso, lo acosan y escupen.
Fernando Túpac Amaru ha
estado en las mazmorras y ha visto cada día, cada hora y cada minuto
las torturas que se les ha infligido a sus padres, a su hermano y
familiares.
Y, para él, ¿cuál ha sido el castigo? El peor, ver,
mirar, ser llevado a que repita las preguntas que hacen a sus padres y
que ellos no quieren contestar. Suplicios atroces. Él ha visto cada
herida, cada escena de horror a las cuales lo han sometido a quienes le
dieron el ser y la vida.
7. Qué hacer, cómo y por qué
Nació el 31 de mayo del año 1768 y es el tercer hijo de Túpac Amaru y
Micaela Bastidas, bautizado por el cura A. López de Sosa en la iglesia
de Pampamarca el 3 de junio del año 1769 a un año y un mes de nacido.
Tiene un alma sosegada y tranquila. Pero ahora se lo amenaza con
hundirle fierros candentes delante de sus padres, mientras a ellos los
torturan. Sostenido de los cabellos le dicen que van a hacerle lo mismo
que ellos están padeciendo, para que sus padres confiesen. Pero sus
padres callan y lo miran con ternura, como con desprecio a sus
torturadores.
Él es un niño tranquilo, un alma apacible que se confiesa en una carta posterior, ya loco, jugando a perseguir mariposas.
Simbólicamente representa el futuro que ya no tiene futuro. Representa
las nuevas generaciones que no lo tuvieron porque a él se lo quitaron.
Porque al final el descuartizamiento en la plaza con todo su horror no
es lo peor que él ha experimentado en estos días. Lo que ha ocurrido día
a día ha sido más atroz, preparado minuciosamente. Y que forma parte de
un informe especial acerca de qué hacer, cómo y por qué debe hacerse lo
que a él se le está haciendo.
8. Fernando es el testigo
He aquí parte del documento oficial respecto a los castigos aprobados
para que se le apliquen a Túpac Amaru, que se hicieron y tenían como
testigo impotente al pequeño Fernando:
Que se manden hacer onze
coronas de fierro con puntas mui agudas, que se le han de poner en la
cabeza en representación de los onze dictados o títulos de que se
denomina Emperador.
Ygualmente un collar de Hierro con dos Platinas
mui pesadas y rodeado de puntas mui agudas que manifiesta la orden del
gran Paititi de que se titula gran maestro.
Por la parte del
cerebro se le introducirán tres puntas de Fierro ardiendo que saldrán
por la boca en demostración de los tres vandos que mandó publicar,
declarando al Rey Católico por usurpador sacrílego de sus Dominios.
El reo debía ser exhibido un día entero en esta situación, estuviese vivo o muerto.
Ahora bien, ¿quién miraba de cerca y primero esas torturas y esas
heridas? ¿A quién horadaban en primer lugar las quejas íntimas de sus
seres queridos y que los demás no escuchaban por la dignidad que ellos
impusieron en todos los actos? Fernando es el testigo de todo.
9. La sentencia se cumple
El fallo ha sido expedido el 15 de mayo y leído de inmediato a los condenados, con aquellos datos espeluznantes:
…por el cerebro se le introducirán tres puntas de Fierro ardiendo que saldrán por la boca.
¿No es aterradora esta sofisticación? ¿De atravesarle la cabeza con
tres clavos ardiendo, penetrándole desde el cráneo y saliéndole por la
boca?
Todo es escalofriante y jamás antes concebido. Y debe
mostrarse y exhibirse un día entero en esa situación, estuviera vivo o
muerto. Y así se hace.
Y todo lo que se dispone tiene que cumplirse,
sin faltar un solo punto. Así, a Micaela Bastidas no pudieron cortarle
la lengua, porque opuso feroz resistencia, pero tuvieron que cortarla
después de muerta y mostrar el órgano cercenado, para cumplir con el
edicto o la sentencia. Y dice el documento oficial:
Entretanto se
preparaba el "Patívulo y cadalso", representado por "un gran tablado
pintado de verde, puesto en el centro de la plaza maior en gradas, y en
cada frente una Horca desviada diez pasos, capaz de contener 10 Personas
cada una, con descargo de dos varas entre cada ahorcado".
10. Parte del espectáculo
El acto va a empezar. Es el 18 de mayo del año 1781. Desde la torre de
piedra de la catedral resuenan los badajos de la campana María Angola.
En la plaza los tambores resuenan y las trompetas anuncian el acto público de la ejecución de los rebeldes.
Areche ha ordenado que al niño por ninguna razón le dejen agachar la
cabeza. Tampoco puede cerrar los ojos. Tiene que mirar, esa es la
consigna. La diversión es verlo sufrir. Tiene que estar despierto y
observando. Ese es parte del acto de ajusticiamiento.
El Visitador ha dispuesto que dos soldados le den de culatazos cuando se agache ocultándose o queriendo no ver.
Y si cierra los ojos o se duerme los culatazos deben ser dados con más
fuerza. Y en el cráneo para despertarlo. Tiene obligadamente que ver,
ese es su castigo.
Parte del espectáculo para el público asistente
es ver cómo reacciona el niño a la muerte de su hermano, su madre y su
padre. Parte de la diversión es verlo sufrir.
11. Es un niño
Engrillados de pies y manos y metidos en unos zurrones pardos, en fila
india, los reos son sacados a la plaza. Están envueltos en toscos sacos o
costales que sirven para traer yerba del Paraguay.
En la plaza está
formada la guarnición de las tropas de infantería y caballería. Un
soldado a culatazos a Fernando lo hace alzar la cabeza y mirar primero
la ejecución de su hermano Hipólito.
Luego es el martirio de su
madre. Podríamos suponer que ya está muerta y que los puntapiés que se
le dan son en el cuerpo inerte de quien ya ha fenecido.
El suplicio
de José Gabriel que es ser halado por cuatro caballos y cercenado. Es el
colmo de lo horrendo. Pero mayor es la percepción de quien está vivo y
ve el martirio.
Y mucho más si es un niño el que está viendo. Y está encadenado. Y mucho peor si es que ese niño es un hijo de la víctima.
Y todo por querer romper nuestras cadenas y librarnos del oprobio, por
el anhelo de justicia y libertad para todos los seres humanos de la
tierra.
12. Tener madre y padre
Pero la sutileza de
la iniquidad es que para Fernando aparentemente no hay punición, el
castigo que se da es a su familia. Pero en el fondo los demás mueren y
él queda vivo. Siendo que a quien han matado en el alma es a él.
Y
lo hacen blandiendo en las manos las leyes, los códigos, el evangelio,
los catecismos, como aludiendo a todas las bases del orden social y
político imperante. Y todo apelando a la ley, hecho que resulta aún más
macabro.
Para Fernando este crimen no se aplica en el cuerpo sino en el alma y la conciencia cuando tiene la edad de doce años.
Justo en el momento cuando somos más conscientes de lo que es tener madre y padre, y cuando aún se es crisálida.
Fernando Túpac Amaru no alcanzó a vivir más de 30 años y murió según el
parte médico de “melancolía hipocondríaca”, en una cárcel de España.
Lo que demuestra que el castigo para él fue de una eficacia contundente: ¿Cuál fue? Mirar, oír, oler, palpar.
13. Por el anhelo de justicia
¿Quienes lo infligen? Invasores de estas tierras.
¿Y en nombre de qué? De un rey extranjero que reina desde un lugar muy
lejano: en un viejo continente hacia el cual se despachaban barco tras
barco repletos de oro, plata, recursos naturales y otras especies.
Estas crueldades lo hacen foráneos en nuestra tierra y en contra de
nuestra propia gente. Porque Areche no era peruano, ni el jefe del
ejército que venció a Túpac Amaru en Tinta. Ni quienes lo juzgaron
instalados en el tribunal del Cusco.
Todos son españoles. Eran extranjeros en nuestra tierra.
Y el motivo de la sublevación de Túpac Amaru fue querer romper nuestras
cadenas y librarnos del oprobio, por el anhelo de justicia y libertad
para todos los seres humanos de la tierra.
Pero no solo eso, la
sentencia a Micaela Bastidas ordena demoler sus casas. Que no quede
piedra sobre piedra en ninguna de ellas.
14. Demoler sus casas
Literalmente la condena dice así:
Que igualmente sea demolida la casa que tiene en Tungasuca y todas las posesiones que tuviere...
Todo vestigio de posesión o pertenencia tenía que desaparecer.
Es decir fue extraída piedra tras piedra y desaparecida del mapa de la
tierra. Que no quede rastro en el mundo físico ni en la geografía. Nada
de ellos debe quedar, son expulsados y expatriados de este mundo.
Entonces, ¿ya quién era Fernando? Ya no tenía patria, no tenía techo, no tenía lar.
¿Cuál era su crimen? Que sus padres quisieran corregir las injusticias,
el abuso y las maldades en que vivían nuestros hermanos de raza, los
indios y mestizos de nuestro Perú.
Y fue arrasada su casa, quitada
piedra sobre piedra. No quedó nada, fue borrada y puesta donde ella se
alzaba un letrero de estigma.
Y encima sembrada de sal en el sitio en donde había estado erigida, como una maldición.
15. ¿Deambula por el mundo?
Pero, además:
...y que en adelante no haya de erigirse ni edificarse casa de
habitación de ninguna persona, para perpetua memoria e infamia suya.
Y que no puedan edificar jamás ninguna casa en ningún sitio. Queda desterrado del planeta. Y también se estipula:
Y exterminada cualquier descendencia hasta la cuarta generación.
¿Y cómo ejecutar esta disposición de eliminar su descendencia?
Castrando a Fernando. Y lo hicieron extrayéndole los testículos con
tenazas y arrojándoselos a los perros.
Castrado, negado de tener familia, borrado del mapa, sin poder tener descendencia, ¿deambula por el mundo? No, está preso.
Pero el dictamen de la ley es pálido en relación a los hechos: la
ejecución de Micaela no estipuló lo que en la realidad se produjo: no
morir en el garrote, porque su cuello era muy delgado, fue muerta a
patadas.
16. ¿Por qué tanta saña?
Fernando no pudo tener hijos. En el caso supuesto de que los tuviera los mataban inmediatamente.
No había entonces de quedar vestigio de esa sangre, debía asegurarse muerta hasta la cuarta generación.
Fernando no tiene árbol en qué cobijarse, no tiene red en donde
sostenerse ni acodarse. Es un paria. Y tiene que tener los ojos abiertos
para mirar las ejecuciones que se están produciendo.
Ahora, ¿por qué tanta saña? Porque se trataba del linaje de los incas. Era la sangre real de nuestra cultura.
Es la sangre imperial del Perú. Y la potencia extranjera quiere
eliminar todo liderazgo que se pudiera presentar a fin de gobernar
indefinidamente.
A los demás se les dio la ventaja de morir, de cerrar los ojos, de descansar, de ya no sufrir.
El ensañamiento con un niño que no tiene la culpa de nada es que él va a
vivir, pero sin nada, sin familia, sin patria. Y castrado.
17. El peor castigo es vivir
A todos los suyos Fernando sabe que se le dio el alivio supremo de que
cesen en un determinado momento sus sufrimientos y sus atroces dolores. Y
la afrenta corrosiva de la turba.
A Fernando, no. Él tiene que
cargar en cada minuto de su vida la desolación atroz de sentir que todo
ha sido abolido, de que todo es negado para su vida y su destino.
No tiene ya pasado, ni presente ni futuro. No tienen nada. ¿Puedes imaginarte tú una situación así?
Y todo por algo tan santo, emprendido por sus padres, como es
sublevarse ante tanta iniquidad para con los seres humanos. Para que
cese tanta explotación en desmedro de los indígenas naturales de esta
tierra.
¿Por ser sensibles a los dolores de los demás, a los sufrimientos de la gente humilde que no tiene cómo defenderse?
18. Caminó 60 días
Después del ajusticiamiento de sus padres y su familia es expatriado
para ser confinado en una cárcel del África, y de por vida.
Caminó
entonces 60 días con sus noches desde el Cusco a Lima, cargado de
cadenas, con órdenes de no darle agua para beber cuando más lo anhele en
el camino.
Y bajo el insulto y el acoso incesante que a su paso
hace la gente porque se difunde la superstición de que si se demora en
pasar el hijo de un excomulgado han de venir enfermedades, plagas e
infecciones a ese sitio, motivo por el cual se lo insulta y se lo
escupe.
A su paso por los pueblos el público le arroja piedras y
objetos contundentes, lo tratan con desprecio y con palabras soeces. La
soldadesca lo apura. De noche la gente cierra y tranca sus puertas, como
si pasara una peste
En Lima es confinado en la cárcel del Castillo
del Real Felipe en el Callao, en donde espera dos años la sentencia de
su expulsión.
19. Hay un mundo por redimir
Así, en
la persona de Fernando Túpac Amaru quedó perpetuado el crimen y
atropello de todos los Derechos de la Persona Humana. Y por su puesto de
todos los Derechos del Niño, como él lo era.
A un inocente se le hizo beber hasta la saciedad la copa amarga del horror por algo que él no cometió.
Desde el primero de los Derechos: a un nombre, a una patria, a una
familia, a una identidad, todo se le niega: el derecho a la protección.
Se persigue todo vestigio de su sangre, hasta en el alma de aquel niño,
hasta en sus sueños.
Se condenó a no nacer ningún descendiente
hasta la cuarta generación. Se persigue y condena hasta fantasmas y
personas no nacidas.
¿Esto es fantasía, delirio, alucinación? No.
Es historia. Pero no pieza de museo. ¿Porque el niño ahora en el Perú
está lejos de estas realidades de opresión, de miedo y de escarnio?
Por eso hay un mundo por redimir. Por eso no podemos ser frívolos. Por
eso nuestra vida ha de estar consagrada. Porque en nuestra memoria deben
estar de manera permanente personajes como Fernando Túpac Amaru.
20. Restallando una herida
Él murió de “melancolía hipocondríaca”, hecho un guiñapo y destrozado.
Por eso, hagamos el gesto mágico de traerlo para restañar nuestras
heridas, para no ser ni olvidadizos ni ingratos con seres que son
nuestros símbolos.
Hagámoslo por el cariño y la identificación con
Túpac Amaru, ese hombre tierno pero que en su suplicio no tuvo un solo
gesto de debilidad, para legarnos a nosotros el orgullo de ser seres
dignos puesto que él lo ha sido.
¿Por qué no reivindicar nuestra
historia haciendo que los restos de Fernando Túpac Amaru regresen?
Porque la historia también se repara.
El Cusco que haga la gestión
para que los despojos de este niño de sangre imperial vuelvan a su
patria y sean enterrados en Tungasuca, su pueblo natal.
De ese modo
estaremos restallando por lo menos una herida pendiente y
convenciéndonos de que no somos ni olvidadizos ni indolentes ni
desapercibidos de la historia que incumbe a nuestra conciencia y nuestro
espíritu.
CONSUELO SALAS VALLADOLID
pukaqantu@yahoo.es
www.facebook.com/consuelo.salasvalladolid
LAMBAYEQUE - PERÚ
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario